Envejecimiento de la Piel (Aging)
El proceso de envejecimiento de la piel y todo el organismo está determinado genéticamente, pero influido por muchos factores internos y externos.
Los aceleradores más importantes del envejecimiento de la piel son moléculas químicas muy reactivas llamadas radicales libres, producidos mayormente por los efectos de la luz ultravioleta (fotoenvejecimiento) y la nicotina. Otros factores son cambios hormonales, factores ambientales y climáticas, actividad laboral, estrés, cuidado de la piel, alimentación y factores tóxicos por medicamentos, alcohol, drogas etc.
Los cambios mayores se manifiestan en la dermis con la perdida de elasticidad y firmeza por la reducción de fibras elásticas y colágeno produciendo flacidez y arrugas, especialmente en las zonas expuestas regularmente al sol (cara, dorso de manos).
Además, la piel madura está más fina y más seca por la actividad reducida de las glándulas sebáceas y muestra trastornos de la pigmentación con hipo- y hiperpigmentaciones (lentígines seniles), venitas dilatadas y frágiles con la tendencia al sangrado (púrpura senil) y queratosis actínicas.
Los pelos se ponen más finas y pierden la coloración natural.